Lo dijo JC Reyes en una entrevista en El Mundo: «El sistema en España es una puta mierda. Que me quiten un 47% de impuestos es de envidiosos»
Pero lo pensó mi padre, lo sabemos todos: hay demasiada gente viviendo del cuento, y tú pagándolo.
¿Por qué pagamos casi la mitad de lo que ganamos? ¿A quién alimentan nuestros impuestos? ¿O quizás compren votos con tu dinero? Reflexión crítica sobre los verdaderos chupópteros del sistema.
Chupópteros.
Así los llamaba mi padre. Una palabra que de niño me hacía gracia, como si hablara de un insecto inventado entre mosquitos y vampiros. Pero hoy, al leer la entrevista de JC Reyes en El Mundo —»El sistema en España es una puta mierda. Que me quiten un 47% de impuestos es de envidiosos»— esa palabra ha vuelto, como una bofetada de realidad.
Mi padre trabajó desde niño hasta los 65. No conoció el teletrabajo ni el «me voy un año sabático». Él curraba, callaba, y sostenía el país. Se jubiló y a los cuatro meses se murió. Mientras tanto, los chupópteros florecían.
¿Quiénes son los chupópteros?
Son esa amalgama de vagos, parásitos, enchufados y listillos del sistema que no producen nada pero viven como marqueses. Te los encuentras en los pasillos de la administración, en los cargos «de confianza», en las asesorías políticas, en las fundaciones de amiguetes, en los organismos que duplican funciones ya inútiles. Cobran del esfuerzo ajeno. Se nutren de tu trabajo. Y aún tienen la desfachatez de mirarte por encima del hombro.
Si ganas, te quitan. Si no, te dan (y te votan)
En este país, crear riqueza está penalizado.
- Si montas una empresa, eres el malo.
- Si facturas bien, eres sospechoso.
- Y si te va un poco mejor que al vecino, eres un insolidario.
Pagas un 47% de impuestos para mantener a un ejército de chupópteros que no crean valor, pero sí dependencia. Porque eso es lo que busca el sistema: más sumisos, menos libres. Más clientela electoral, menos ciudadanos críticos.
El insulto no es JC Reyes. Es el sistema tributario.
Se rasgan las vestiduras porque un cantante de música urbana lo dice claro. Porque no lo ha dicho un economista de corbata ni una ONG verde subvencionada. Lo ha dicho uno que ha subido sin pedir permiso, y eso escuece.
Pero lo que escuece de verdad no es lo que dice JC Reyes. Lo que escuece es mirar tu nómina y ver cómo la mitad se va a mantener estructuras podridas, duplicadas e inútiles, mientras los que empujan el carro llegan justos a fin de mes.
El IRPF es una parte, pero hay mucho más oculto.
No te piden solidaridad, te imponen servidumbre
El sistema no quiere que pienses, quiere que pagues y calles. Y si un día levantas la voz, te mandan a Hacienda. Porque aquí, el delito no es robar… es producir sin permiso.
Mi padre tenía razón. Los chupópteros existen. Y están más gordos que nunca.
¿Y tú? ¿Vas a seguir alimentándolos?
«TRAGANDO SAPOS»