Inmigración y precio de la vivienda

por Abel Marín

En la Era del Miedo, de la Censura y Autocensura y del Cambio Semántico, yo afirmo que el factor migratorio (tanto de alto como de bajo poder adquisitivo) es la principal causa del enorme incremento de precio del alquiler,  agravado por la falta de seguridad jurídica de los arrendadores.

Todo el mundo sabe, es incluso un conocimiento innato, que lo escaso tiene más valor.

En consecuencia lo que escasea aumenta su precio.

Bien, se trata de la testaruda ley de la oferta y la demanda, no es una ley de creación humana, sino universal. También vale para todos los seres vivos, todos luchan por su alimento, por su territorio, hasta las plantas.

Inmigración: un factor clave en el desbalance

Dicen los datos estadísticos que se construyen unas 100.000 viviendas al año en España. Sin embargo, según el INE (si no me crees pincha aquí), ha entrado casi un millón de extranjeros en España en el periodo entre 2021 y 2023,  ¡!!UN MILLÓN!!!

En ese mismo periodo ha subido de media el precio del alquiler un 20%, pero mucho más en grandes cuidades como Madrid (+31%), Barcelona (+46%) o Valencia (+55%),  según Idealista (ver)

Este aumento demográfico se debe a la inmigración, no a la natatidad, si bien algunos dicen que es enriquecedor en algunos aspectos, otros pensamos que si es incontrolada y elevada es nefasta en otros muchos otros aspectos.  En concreto ha ejercido una presión adicional sobre el mercado de la vivienda, exacerbando un desequilibrio preexistente entre oferta y demanda.

Según el sesgo del lector de estas líneas podrá considerar que el escribiente de las mismas es racista, o está en contra de la inmigración, allá usted. Eso entra dentro de su imaginación. Pero vienen de todas partes, no sólo del Sur, también de Europa, pero alojar a un millón de personas nuevas en sólo tres años es un hecho objetivo.

El aumento implacable de los precios: un desafío para la juventud española

La escalada vertiginosa en los precios de la vivienda en España ha puesto en jaque a una generación entera.

El sueño de la emancipación se desvanece frente a una realidad implacable: la dificultad para acceder a un techo propio.

Y si te divorcias… ¿adónde vas?

El drama es mucho más en los casos de la quiebra de relaciones familiares, pues el precio de la vivienda y del alquiler condena a ambas partes a la pobreza, en muchos más casos de los que nos gusta admitir.

Sea separación de una pareja de hecho o divorcio, mayormente si es con hijos, hace que si sólo disponen de una vivienda, la lucha judicial por adjudicarse el uso de la misma es encarnizado.

El efecto dominó en el mercado de alquiler

El alquiler de viviendas ha sido particularmente afectado por este fenómeno.

La demanda creciente, impulsada por la llegada de nuevos residentes, ha superado con creces la oferta disponible, llevando consigo un aumento significativo en los precios del alquiler.

Este escenario ha dejado a la juventud española en una situación precaria, con pocas posibilidades de emancipación y acceso a una vivienda digna.

Juventud española: emigración en masa

Ante la inaccesibilidad del mercado de viviendas en España, junto a los bajos salarios lógicos en una economía desindustrializada, muchos jóvenes se ven obligados a buscar oportunidades en el extranjero, normalmente los mejor formados. La emigración masiva se convierte en una respuesta desesperada a un problema sistémico. ¿Qué consecuencias acarrea esta diáspora juvenil para el futuro del país?

Desengáñate, no hay solución, sino decadencia, los pisos no caen del cielo.

Abordar el desafío habitacional en España requiere un enfoque integral que considere tanto las dimensiones económicas como sociales.

Es imperativo una política a largo plazo, sin ideología, se trata de que el Estado y los actores del mercado inmobiliario trabajen en conjunto para adecuar la oferta a la demanda ¿cómo?, pues:

  • Edificando vivienda, para lo cual hay que liberalizar suelo.
  • Promoviendo la rehabilitación del parque antiguo de viviendas
  • Dando seguridad jurídica a los arrendadores, es la única medida a corto plazo que se puede tomar
  • Control de los flujos migratorios, esto también puede ser inmediato.

En conclusión, no va a suceder, no hay consenso sino crispación y polaridad, no hay nivel intelectual en nuestra clases política, somos rehenes del sistema partitocrático, de esa élite parasitaria que vive de la política, que no saben hacer la “o” con un canuto pero que no gobiernan, con un color u otro, nos espera una larga y dolorosa decadencia… pero  como dice la expresión «jodidos pero contentos» (ver)

 

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